Clases Presenciales

Si has llegado a esta sección, seguramente estés buscando o echando de menos las clases grupales presenciales, que durante tanto tiempo han sido la base de la práctica del Yoga aquí en Occidente. ¿Te has planteado que en este momento pueden no ser una buena opción, ni para tu salud ni para tu práctica? ¿Has contemplado la posibilidad de explorar otras alternativas? Si has llegado a este punto, puede interesarte y resultarte de utilidad continuar leyendo los siguientes párrafos.

Al momento de escribir estas líneas, va quedando penosamente claro que la pandemia está aún lejos de quedar atrás: la tan esperada y prematuramente promocionada inmunidad de rebaño a cargo de las vacunas suena ahora como una lejana utopía, las nuevas mutaciones del virus se suceden una tras otra y hacen tambalear el delicado estado de equilibrio alcanzado, las restricciones a movilidad y reuniones vuelven a aparecer como una realidad cada vez más palpable… una y otra vez, nos vemos obligados a dar pasos atrás en la senda que nos conduce de regreso a nuestros antiguos hábitos y rituales, una senda que no cesa de borronearse conforme el tiempo sigue pasando. Bien entrados en el segundo año de esta situación, y ante la perspectiva cada vez más cierta de su prolongación en el tiempo, creemos que puede resultar útil mencionar algunos patrones que ya destacan con claridad.

Basados en la información científica disponible, ha quedado probado que las actividades realizadas durante tiempos largos en ambientes cerrados son las más riesgosas frente al contagio del virus SARS-CoV2. Esta misma información científica propone que, para reducir -PERO NO ELIMINAR COMPLETAMENTE- el riesgo durante la realización de este tipo de actividades, es IMPRESCINDIBLE la utilización de barreras y elementos de protección respiratoria, entre los que destacan las mascarillas.

De camino a la sexta ola aquí en España, y con varios países de la UE con tasas de vacunación superiores al 70% en estado de emergencia sanitaria, nos vemos obligados a reconocer que ha quedado taxativamente probado que estas dos reglas no admiten excepciones.

Adicionalmente, como docentes de Hatha Yoga, nos vemos obligados a sumar a estos argumentos las consideraciones respecto a la calidad de una buena práctica, concretamente, ¿pueden compatibilizarse los requisitos de seguridad frente a la amenaza de la COVID-19 con las demandas de una buena práctica de Yoga? Intentaremos desarrollar los argumentos en formato de pregunta y respuesta para mejorar la claridad de la exposición.

¿Es seguro realizar sin mascarilla sesiones de más de una hora de duración, asegurándonos la distancia de seguridad y ventilando bien la sala? La respuesta es un rotundo y categórico NO. La principal fuente de contagio conocida, los aerosoles, no son eliminados por un sistema de ventilación con entradas y salidas puntuales -como las ventanas y los conductos de aire acondicionado-, ya que, a escasa distancia de esas entradas y salidas, el aire está prácticamente estanco, de forma que en ese aire con escasa o nula movilidad se produce la difusión libre de los aerosoles.

En tal caso, ¿Podemos asegurar que la práctica del Hatha Yoga con una mascarilla de protección resulta una práctica segura y de calidad? Lamentablemente, aquí la respuesta vuelve a ser negativa ya que, si bien se puede proponer que el uso de la mascarilla proporciona una protección (limitada, no completa) ante el posible ingreso del virus a las vías respiratorias, es precisamente el uso de la mascarilla lo que atenta contra una práctica de calidad. Uno de los pilares fundamentales de la práctica del Hatha Yoga es la respiración, y por ello, una práctica yóguica con una respiración pobre o deficiente JAMÁS será una práctica ni buena ni beneficiosa. La difusión de los gases expulsados por el cuerpo al exhalar no es instantánea cuando entre las vías respiratorias y el aire exterior se interpone la mascarilla; por ello, una parte de la exhalación es forzada a reingresar al cuerpo en la siguiente inhalación, lo que puede producir multitud de efectos adversos (como la acidosis por elevación de la presión parcial de CO2 en el torrente sanguíneo), disconfort (que normalmente se expresa en forma de mareos y sensación de falta de aire), al tiempo que elimina todos los beneficios de una buena oxigenación y una correcta eliminación de los desechos y toxinas durante la respiración. En este contexto, la utilización de la respiración como un vehículo de la presencia consciente a las sensaciones corporales resulta impracticable, y con ello se elimina la posibilidad de conectar con la verdadera esencia de la práctica del Hatha Yoga.

Ya, pero ¿es posible practicar privados del ambiente que se genera en las clases, en un sitio que no inspira a la introspección y el recogimiento? ¡Claro que sí! Por muy favorecedores que sean para la práctica el ambiente y la presencia de otr@s practicantes, debemos recordar que sólo son accesorios para la práctica genuina del Hatha Yoga, que es una práctica que transcurre en la completa intimidad de nuestros espacios interiores. Es cierto que practicar en espacios que no sean los habituales y familiares para una clase nos plantea un desafío, pero vale la pena aceptarlo, ya que nos enseña apartar lo verdaderamente esencial de aquello que es accesorio.

Si, pero ¿y la falta de contacto con los docentes, no es un obstáculo para el progreso? Por supuesto, pero este problema tiene solución hoy en día. Afortunadamente, la tecnología disponible actualmente nos permite un feedback en tiempo real de información visual y auditiva, con la posibilidad de una comunicación completa en los dos sentidos. A pesar de no estar en la misma habitación “estamos allí”. Como docentes de Hatha Yoga, hemos aceptado el reto de encontrar nuevas formas de interacción, y ya hemos comprobado que funcionan.

Entonces, ¿cómo podemos llevar adelante una práctica segura y de calidad en la complicada situación actual? Haciendo especial hincapié en el otro pilar fundamental de la práctica del Hatha Yoga: la consciencia; una consciencia a partir de la cual podamos ver las situaciones con claridad y ecuanimidad, para que estas dos cualidades nos permitan evaluar tanto nuestras posibilidades como las del contexto en el que nos encontramos, comprender las limitaciones propias y externas, pero no atascarnos en ellas, y ser capaces de ver los medios y las oportunidades allí donde se presenten.

En esta situación tan incierta y cambiante, hay algunas cosas que ya van quedando claras con el tiempo, y la más destacable es que hay cosas que no volverán a ser como eran antes por un tiempo bastante largo. Negar esta realidad sólo producirá frustración cíclica -como estamos experimentando con cada paso atrás- y tiempo perdido. Una vez reconocida esta situación, podemos ver los desafíos que se nos presentan y los medios de los que disponemos para responder a ellos.

Resumiendo, en Bhavana Yoga creemos que, en la complicada coyuntura que estamos atravesando, una práctica de Hatha Yoga de calidad puede resultar de la mayor utilidad para ayudarnos a mantener el cuerpo saludable, la mente clara y las emociones serenas. Sin embargo, la complejidad de esta situación condiciona la realización de esta práctica, y la única forma de llevarla a cabo con calidad, adaptabilidad y seguridad es renunciando a las clases grupales presenciales. Esto plantea el desafío de encontrar y acondicionar un espacio en la privacidad de nuestro hogar, en el cual desarrollar nuestra práctica. En Bhavana Yoga hemos aceptado el reto desde el primer día, y hemos destinado todos nuestros esfuerzos a la construcción de un espacio virtual a tu alcance las 24 horas del día y adaptable a todas tus necesidades, en el cual puedas desarrollar tu práctica con constancia, flexibilidad y, ante todo, seguridad. Además, hemos llevado a cabo una profunda adaptación de todos nuestros recursos pedagógicos y nuestras herramientas de comunicación a las nuevas demandas planteadas. El resultado es Bhavana Yoga espacio online. Te animamos a conocerlo, a aprovechar todas sus ventajas y transformarlo en tu herramienta de crecimiento y evolución. Cualquier duda o consulta, contáctanos, será un placer responderte.

Namasté, Ana y Marcelo

Namasté,
Ana y Marcelo

Inhala el futuro, exhala el pasado, y siempre respira el ahora